miércoles, 13 de agosto de 2008

EL TALENTO, EL IMÁN PARA EL CAPITAL

El talento, el imán para el capital

El sueco Kjell Nordström, autor del libro Funky Business, y clasificado como el número 13 de los pensadores más destacados de la administración, atrae la atención de su audiencia con una tremenda facilidad la razón de su fama y el atractivo de sus teorías sobre la fisonomía de los nuevos líderes de empresa es La tesis central de su libro de 2002, que retoma en Funky Business Forever de 2008, es que el capital va detrás del talento.
La teoría parece estar aguantando bien la prueba del tiempo. “Es más cierta ahora que cuando escribí el libro”, asegura. Menciona algunos casos para comprobar su acierto.
Sillicon Valley en tecnología, Londres en banca y finanzas, Dubai en desarrollo urbano. Los grandes capitales del mundo se van detrás de las personas que tienen ideas y talento. Pero, ¿cómo define talento este escritor sueco? “Talento no es lo mismo que educación en el sentido usual. Es un concepto más amplio”, dice. Aunque el conocimiento técnico puede ser útil, el talento tiene mucho más de habilidades sicológicas y sociales.
“Hay tres tipos de talento”, argumenta. El primero el intelectual, que es el capital del conocimiento, el segundo, el social, que se podría definir como el capital del ‘saber quién’ (know who), y el sicológico que es el capital del ‘poder hacer’.
“El problema para las empresas no está en el capital intelectual. En los años que vienen, las firmas tendrán el problema de entender la importancia de los recursos sociales y sicológicos”, afirma Nordström. Su argumento funky reivindica y les da la razón a centenares de estudiantes universitarios que por decenios se consideraban como los vagos del curso. “La actitud es lo más importante. El conocimiento se puede comprar”, resalta. ¿Se pueden enseñar técnicas para desarrollar el talento? Nordström considera que sí. Con técnicas de sicología cognitiva se puede modificar la actitud de un empresario o de un ejecutivo, de la misma forma en la que se le quitaría una pequeña neurosis o el miedo a las alturas. Los mejores Pero, entonces, ¿qué hay que hacer para ser un ejecutivo talentoso? La respuesta de Nordström es contundente. Operar una empresa es como organizar un cóctel, dice. El líder debe tener talento social. La habilidad suficiente para entretener y mantener felices a los clientes, a los proveedores, a los empleados, de la misma manera en que lo haría en un cóctel.
Opina que siempre hay un cierto grado de necesidad de autosatisfacción en todo lo que se hace. Alguien posiblemente desapegado de las retribuciones del capitalismo como podría ser un cantante quiere oírse, sugiere. “La Madre Teresa también haría cosas que la satisfacen”. Pero para hacer menos mundano su comentario añade a renglón seguido que la principal habilidad que debe tener un empresario hoy es la de inspirar a los demás. “Hacerlos sentir que es posible hacer esto. Hacer crecer a la gente. Esto es crucial”.
Ese es el talento sicológico. Los especialistas universitarios deben comprender esto, señala. Hace diez o quince años parecía una buena idea que los líderes fueran técnicos. Ahora, afirma, los líderes deben ser más parecidos a un administrador de entretenimiento. Deben pensar cool . “Veremos más gente en empresas con habilidades sociales y sicológicas y no técnicas. Más humanistas”, vaticina. “Es como el arte. Es más un problema de creación, de ver las cosas de una forma diferente”, señala. Y ¿para qué debería haber más Picassos y menos Eiffels en el mundo empresarial? Para competir, para diferenciarse, afirma Nordström. De hecho para el autor es la única forma de competir. Sostiene que la estrategia de producir a bajo costo es insostenible en el largo plazo para competir. Entonces, propone, lo que se debe hacer es diseñar experiencias emocionales. “Un BMW es una escultura sobre ruedas. La gente los prefiere aunque haya carros más baratos. Los Lois Vuitton no son bolsos, son una declaración del comprador hacia el mundo”, concluye.
Talento social y sicológico, la hablidad de disfrutar el capitalismo y de hacérselo disfrutar a los empleados, a los clientes, a los proveedores, a los accionistas.
Sin lugar a dudas concluimos que la vision un tanto revolucionaria de este sueco refuerza las creencias de la implementacion de una administracion con mas sentido humano y social para lograr consevir la empresa como un equipo y no como el medio para lograr un lucro.
ANGIE EILEEN PINZON HORTA
MAYRA ALEJANDRA OSPINO MORENO
JEISON DARIO ORTIZ DIAZ
Tecnologia en Administracion de Empresas

2 comentarios:

DONALDO LUIS dijo...

La clave para alcanzar el capital es un gran porcentaje de talento, acompañado de tres herramientas primordiales: conocer, saber hacer, poder hacer; es decir el conocimiento se adquiere en el campo de trabajo, y las habilidades y actitudes se llevan consigo, entonces es de vital importancia que las personas sean aptas tanto en conocimiento como en habilidades, para alcanzar el éxito y el reconocimiento dentro de la empresa, con el fin de que el desarrollo de sus actividades sean realizadas con eficiencia y eficacia.

Marlyn Martinez, Andreina Sanchez, Lesly Daza, Sindy Sampayo.

DONALDO LUIS dijo...

La importancia del talento es que refleja nuestra fuerza, ganas y voluntad de luchar por los objetivos claros para nuestra vida por ende es clave capacitarnos para ser eficaces de la mano con nuestra actitud emprendedora podemos alcanzar nuestra META.

SERGEI AGAMEZ, EDWIN GOMEZ,JORLEN ACOSTA, JORGE ARDILA.